Corren malos tiempos. El paro juvenil ha crecido hasta alcanzar tasas inimaginables en un país desarrollado. De cada 100 jóvenes españoles (entre 16 y 24 años) que buscan trabajo, 48 no lo encuentran. Ante esta situación, muchos deciden estudiar FP. Cualquier cosa es mejor que quedarse en casa calentando el sofá. Las estadísticas invitan a seguir este camino. Dicen que el 90% de los titulados en FP encuentran trabajo antes de 6 meses. Los medios de comunicación suelen quedarse en ese dato y no nos dicen cuántos de ellos mantienen ese trabajo un año después, pero en cualquier caso, el dato es positivo. Es un buen motivo para volver a las aulas y la oferta de ciclos formativos es tentadora.
Para matricularse en un ciclo formativo nuestros alumnos necesitan, en principio, un título, de Graduado en ESO para hacer un ciclo de grado medio, o de bachillerato para hacer uno de grado superior. Además existe una vía alternativa, diseñada para aquellos que no obtienen el título deseado. Son las pruebas de acceso, convocadas todos los años por las administraciones de las distintas Comunidades Autónomas. Aunque cualquiera que supere esa prueba podrá matricularse en cualquier centro de España, el nivel de exigencia varía dependiendo del lugar en que se examine uno. Por ejemplo, para entrar en un ciclo de grado superior, en algunas comunidades hay que hacer un examen de inglés, pero en otras no. Castilla y León tiene fama de ser de las más duras, lo que hace que muchos de nuestros alumnos decidan probar suerte lejos de casa. Algunos van a Andalucía, al País Vasco o a Ceuta, aunque lo más frecuente ha sido, durante mucho tiempo, la opción extremeña.
Parece que los políticos vecinos quieren evitarlo. Ya el año pasado convocaron esas pruebas poniendo requisitos restrictivos. Este año siguen el mismo camino. Publicada la convocatoria en el DOE del 13 de abril, dice que podrán presentarse a esas pruebas los que en esa fecha estén matriculados en un instituto extremeño o empadronados en esa Comunidad.
Más datos en la convocatoria:
Un recordatorio: En contra de lo que piensan algunos alumnos mal aconsejados, en los Ciclos Formativos de Grado Medio y Superior, sí hay que estudiar. Si bien es un método de enseñanza diferente, más práctico que el que se pueda dar en el bachillerato o en la universidad, el primer curso de los ciclos formativos tiene una carga teórica importante. Que sí, que hay que ir a clase, copiar apuntes y estudiar. Luego ya en segundo hay más práctica, más horas de taller, pero sólo para los que aprueban primero, y después las FCT, Formación en Centros de Trabajo o Prácticas en Empresa, pero esas, de momento, son para quienes aprueban primero y segundo. Los alumnos que no estudian sólo pueden hacer dos cosas en un Ciclo Formativo, aburrirse y molestar. La mayoría terminan dándose de baja, pero para eso es mejor que no se matriculen.
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