Hola chic@s!
Bienvenidos al blog del Tierra, entre las muchas cosas que podemos construir dentro de este marco de comunicación está la poesía.
Ya sabéis que mi materia no es lengua; lo mio son las matemáticas, aunque siempre será el lenguaje más universal....Por eso publico esta entrada, para animaros a todos a hacer poesía. No hace falta ser un "Garcia Lorca" ni un "Machado" ni un "Alberti",ni "Bécquer" para participar en esta sección. Podemos pasar un buen rato y divertirnos haciendo poesía.
¡Quién no ha escrito unos versos estando enamorado!, por despecho, por amor, por cariño, por que sí....
Era 17 de Enero de 2007, llevábamos dos meses trabajando con fracciones, había probado con todo lo que se me ocurrió: dibujando quesitos, recortando cuadraditos y rectángulos de colores, visionando videos y trabajando con multimedia.....esa mañana Angel ,en su exámen, seguía escribiendo que un medio más dos tercios eran tres quintos....¡Estaba desesperada!
Dedicada a mis queridos chicos del Torres:
Esas que llaman fracciones, podríamos reconocer,
Si quieres, son femeninas, más si cambias de parecer,
quebrados puedes llamarlas y así lo dejan de ser.
Un valor tienen fijado al pasar a un decimal,
pero queda disfrazado si en vez de coma, es raya,
lo que dejas preparado. Unos números arriba,
otros números abajo y una línea los divide,
no hay remedio ni perdón, me estropea la escritura
con espacios y sin renglón.
División hemos nombrado, pero sin “caja” ni cartón,
¿dónde el cociente aparece? ¿dónde el resto se escondió?.
quebraderos de cabeza, más de uno y más de dos,
de repente se disfrazan, no de tercios ni de cuartos,
¡de sextos! ¡Válgame Dios!!
El problema son las sumas,
ya que el término inferior, no nos sirve si al juntarlas
no es el mismo para dos.
El problema se complica si son varios los sumandos
pues no son dos, los iguales, sino más, ¡qué descalabro!
Aparece una palabra, quintasílaba y sin “b”,
¡atención!, es importante: equivalentes deben ser.
Transformarlas, ¡qué tarea!
pues no cambian de valor, aunque pronto se disfrazan
con otro denominador. Si cambiamos el de abajo
por un múltiplo común, ¿qué le hacemos al de arriba?
¿dónde está la solución?
La clave y la respuesta búscala en la división
de ese múltiplo común por el término inferior.
Calculado ese cociente ya obtenemos el factor,
por arriba y por abajo multiplico a discreción.
Y la suma está servida ya igualado el inferior,
únicamente operamos dentro del numerador.
Si quieres, son femeninas, más si cambias de parecer,
quebrados puedes llamarlas y así lo dejan de ser.
Un valor tienen fijado al pasar a un decimal,
pero queda disfrazado si en vez de coma, es raya,
lo que dejas preparado. Unos números arriba,
otros números abajo y una línea los divide,
no hay remedio ni perdón, me estropea la escritura
con espacios y sin renglón.
División hemos nombrado, pero sin “caja” ni cartón,
¿dónde el cociente aparece? ¿dónde el resto se escondió?.
quebraderos de cabeza, más de uno y más de dos,
de repente se disfrazan, no de tercios ni de cuartos,
¡de sextos! ¡Válgame Dios!!
El problema son las sumas,
ya que el término inferior, no nos sirve si al juntarlas
no es el mismo para dos.
El problema se complica si son varios los sumandos
pues no son dos, los iguales, sino más, ¡qué descalabro!
Aparece una palabra, quintasílaba y sin “b”,
¡atención!, es importante: equivalentes deben ser.
Transformarlas, ¡qué tarea!
pues no cambian de valor, aunque pronto se disfrazan
con otro denominador. Si cambiamos el de abajo
por un múltiplo común, ¿qué le hacemos al de arriba?
¿dónde está la solución?
La clave y la respuesta búscala en la división
de ese múltiplo común por el término inferior.
Calculado ese cociente ya obtenemos el factor,
por arriba y por abajo multiplico a discreción.
Y la suma está servida ya igualado el inferior,
únicamente operamos dentro del numerador.
Ana de la Fuente Cantarino
¡Ánimo chicos!
Espero que llenéis el blog de poesía
Vaya, vaya... Esta profe es una cajita de sorpresas.
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