Martina vive con su tía Carmen en Madrid porque es atleta. Está en el hospital, la han operado de un tobillo debido a una mala caída. Llevaron a un muchacho de su edad, Igor, que se había intentado suicidar y se entristeció pensando en su hermano Toni, que según la policía, se había suicidado.
Al salir del hospital Martina e Igor siguieron en contacto, incluso fueron juntos a la casa de Toni. Aunque eran hermanos Martina no sabía apenas nada de él. En una de las fotos que tenía en casa Igor reconoce a uno de los fotografiados, se llama Jorge Barciela y se lo comenta a ella.
Ante la insistencia de Martina por conocerle Igor le advierte que Barciela no es buna gente y está metido en asuntos turbios.
A partir de entonces hacen lo posible para averiguar algo sobre Barciela y descubren que él también está muerto.
Poco a poco van descubriendo a nuevas personas que conocen a Toni, incluso una enfermera que a tendió a Martina en el hospital, Clara, pero no quieren reconocerlo.
Igor sigue a Mónica, secretaria de la empresa Barciela, y un coche intenta atropellarlo. Busca a Martina para contárselo y al no conseguirlo se atiborra de alcohol y porros en el sótano de unos amigos donde por fin lo encuentran Lola y Martina en un mal estado.
Regresaron a casa de Mónica para intentar saber algo más de su hermano Toni, pero cuando estaban allí llegó Nino Roldán, nuevo director de empresas Barciela, y los encañonó con una pistola, aunque lograron escapar de allí a toda carrera.
Reflexionando sobre todo lo que les había pasado deciden ir a ver a la enfermera, Clara, con la certeza de que ella sabría algo mas, y tendiéndola una trampa berval le sacaron lo que querían oir. Ella había conocido a Toni mientras trabajaba para Barcisa y así poder pagarse los estudios. Toni era socio de Barcisa, se dedicaban a fotografías y películas pornográficas y a su distribución, incluso a otros negocios que desconocía, pero Lucía, amiga de Toni si sabía de ellos.
A partir de este momento las piezas de aquel rompecabezas comenzó a cobrar forma, y color y sentido, bastaría con ir colocándolas en su sitio.
Siguiendo las indicaciones de Clara, fueron a ver a Lucia a un cetro de desintoxicación llamado “El Albedro” que estaba en a las afueras de un pueblo de la sierra.
Fue ella la que les contó que Toni quería dar marcha atrás cuando se enteró que Martina iba a estudiar a Madrid, pero Jorge Barciela y Nino Roldán no se los permitieron, ya que “Operación Pupila de Águila” estaba ya en marcha, ella estaba en un país de Suramérica preparándolo todo y entonces ellos lo mataron. Sabía demasiadas cosas para permitirle abandonar la “operación”, pero… ¿cómo demostrarlo? ¿Y para qué? Ya nada tenía sentido.
Martina salió de esta conversación asqueada, ya que todo este asunto salpicaba al ser mas maravillo del mundo, su hermano.
Fue a la vuelta a la ciudad cuando un coche intenta atropellarlos, era Nino Roldán que los obligó a meterse en el maletero del coche.
Les llevó a una nave donde un rótulo decía BARCISA. Igor reconoció el lugar y le dijo a Martina que eran los estudios de grabación de Barcisa.
Fue Clara la que acompañó a la policía, después de recibir una brutal paliza por parte de los matones de Nino Roldan, donde ella creía que podían estar, y realmente allí estaban.
Tras ser rescatados por la policía y Clara, la enfermera les confiesa que fue ella la que mató a Jorge Barciela porque había intentado chantajearla utilizando el hospital donde trabajaba para camuflar y recuperar el alijo de droga que acababa de introducir en el país.
Cuando llega su tía Carmen, se despide de Igor diciendo que después de recoger las notas y declarar en la policía se irá a su pueblo a respirar aire puro y por fin le dijo que le quería, aunque él no le respondió.
Y el desenlace final del libro.
Igor reflexiona sobre todo lo que ha vivido estos últimos días y decide ir en busca de Martina.
Cogió el tren con dirección a Santander, pero pararía en el pueblo que olía a galletas, Aguilar de Campoo, y de allí a un pueblo minero y por ultimo ascendió por una carretera suave que discurría entre un bosquecillo.
De repente, y sin saber por qué, Igor comenzó a correr con las ansias de ver de nuevo a Martina, y gritó al bosque:
-¡!! Martina!!!
Hasta que de pronto una ventana se abrió de par en par y una muchacha con el pelo revuelto y la cara de sueño se asomó por ella.
-¡Igor!
Y por fin, Igor y Martina se funden en un gran abrazo y beso ante todo un pueblo que miraba tras los visillos. Y el Sol quiso unirse a los vecinos del pueblo y, con ellos, sentir envidia de una escena tan hermosa; por eso tímidamente, comenzó a asomarse por entre las altas montañas.