jueves, 6 de mayo de 2010

Un final para todo

Al doblar aquella esquina, me dio la sensación de que alguien me había seguido desde mi casa. Volví la cabeza y no vi a nadie, así que continué andando cada vez más deprisa mientras mi corazón se aceleraba poco a poco. Me puse a correr. Volví a girar la cara hacia atrás dos o tres veces y no vi ni oí nada, y eso fue lo extraño. La calle estaba vacía, la ciudad entera parecía estar muerta. Empecé a sentirme acalorada de tanto correr y al llegar a una pequeña plaza me agaché en una fuente para beber agua y vi con gran horror, reflejado en ella, una oscura figura. No se muy bien que paso después, solo recuerdo girarme rápidamente y sentir el acero frío penetrando mi garganta violentamente, el calor de mi sangre resbalando por mi piel y lo lóbrega muerte aferrando se a mi alma. Ni siquiera puede emitir sonido alguno, solo un grito sordo ahogado en mi propia sangre. Esta fue mi muerte, la que no me merecía, soy Violeta Palacios, y tenía dieciséis años cuando morí.

3 comentarios:

  1. Esta muy bien Desi..pero el final de la chica fue un poco trágico..no merecia morir de una forma tan cruel.. besos :)

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  2. Vaya Desirée, me has dejado helada. Al terminar de leer no he podido evitar mirar detrás de mí con un escalofrío...

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  3. Me gusta Desirée, parece el principio de algo interesante, más que el final..., te animo a que nos escribas una continuación...

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