RELATO DE HUMOR
EL BEBÉ SUPERPAÑAL
Esto era que se era, en un país muy lejano (aunque ocurrió a dos kilómetros de aquí), unos padres que iban a tener un hijo. Un poco más lejos había un científico loco, pero loco, loco, que estaba intentando hacer algo para conseguir superpoderes.
Unos minutos más tarde lo consiguió.
-¡Eureka! ¡Lo encontré!- dijo cuando encontró su zapatilla extraviada- Bueno, también he encontrado la fórmula de los superpoderes, pero me falta un ingrediente… !Ah! ¡Aquí está! ¡Iré al otro laboratorio a por la batidora!
En el hospital, la mujer iba a dar a luz y el bebé, cuando salió, salió con tanta fuerza que se fue por la ventana para abajo.
-¡¡No, el bebé!! –gritaron la madre, el padre, los doctores y el abuelo a la vez. El bebé caía a una velocidad tremenda. Por casualidad, el científico pasaba por allí con la mezcla ya batida, y de casualidad, casualidad, el bebé cayó justamente en el bote, y se bebió toda la mezcolanza.
-¡¡¡¡Noooooooooooooooooooooooo!!!!- gritó el científico.
El bebé subió volando los cuarenta y nueve pisos y cuando llegó al final, vio que todos lloraban hasta que le vieron. Todos se quedaron perplejos.
………………………………..Largo silencio……………………………………………
Tras esas dos horas de silencio todos estaban muy alegres hasta que el bebé se hizo… ¡ejem!, popó, caquita… se cagó e hizo un ruido espantoso junto con la onda expansiva de hedor que se repartió por todo el hospital.
Cada día, cada vez que surgía un robo, atraco, agresión, el bebé Superpañal lo resolvía todo.
El científico se hartó de él, e ideó una máquina que ahora él mismo os va a explicar:
-Pues sí, he conseguido hacer una máquina a base de rayos recauchutados por la heliocéntrica de la quinta galaxia divididos por el número pi del rostro alcachofeico cambiadamente diverso que podría producir una expansión del núcleo dexiborriconucleico del…
¡Vale! ¡Vale! ¡Pare ya de explicar su máquina, señor científico!
-Pero si sólo he empezado a explicar el motor…
¡No te quiero oír ni una sola palabra sobre eso!
En fin, el plan del científico consistía en…en…vaya, ahora no me acuerdo. Científico, ¿puede explicarme su plan de alto secreto?
-…
¡Vamos!
-…
¡Vamos, leches, dímelo ya! ¡Que soy el narrador, y si el lector no sabe el plan me despiden!
-¡Ah, primero me dices que no diga nada, y luego quieres que te explique mi fabuloso plan de alto secreto! ¡Encima que es alto secreto!
Vamos, por favor…
-¡No!
Venga…
-¡Que no!
¡Que me lo digas o te rebajo el sueldo!
-¡Vale!- dijo el científico. –Mi plan consiste en que esta máquina puede trasplantar las características de una persona a otra en un radio de diez kilómetros; y como Superpañal vive a unos 5 kilómetros, ¡puedo robarle los superpoderes! A ver, 52º latitud Norte, 12º longitud Oeste… ¡Contactoooo! Esto tardará un minuto más o menos.
En la casa de Superpañal, el pequeño estaba llamando a su mamá.
-¡¡¡Mamiiiiii!!!- gritaba Superpañal.
-¿Qué quieres, hijito?- dijo su madre.
-Caca, mamá.
-¡Oh, no! ¡Hijo, te has hecho caca en la cuna!- exclamó la madre. –Bueno, vamos a limpiarte y luego te limpio la cunita.
Cuando Superpañal y su madre se fueron al baño, el rayo llegó a la cuna, donde estaba la…la…la…”eso”. La caca se desintegró y el científico quedó convertido en…en…en…”eso”.
-¡¡Aaaaaaargghh!!- rugía el científico enfadado.- ¡¡Esto es el colmo!! ¡¡Pero se va a enterar!!¡Con estos residuos Nukleares …!
Pero… ¿Nucleares no es con “c”?
-Sí, pero Nukleares es la marca.
Bueno, prosigue.
-A ver, con estos residuos Nukeares crearé un monstruo con el que destruiré al bebé ese…¡Ja, ja, ja! Y también…¡snif, snif! Me compraré un desodorante; este olor a caca es insoportable…
CONTINUARÁ…
-Pero, ¿cómo que continuará?- dijo el científico/caca. –¡Yo quiero matar a Superpañal ahora!
Pues te aguantas. A mí no me digas lo que tiene que pasar, eso es cosa del autor.
-¡Pues dile al autor de mier…! ¡Hombreee… señor autor, ¿qué le hace por aquí?
¡PLAFFFFFFFFFFF!
-¡Y te quitaré sueldo y más protagonismo del que ya tenías!- dijo el autor.
-¡Noooooooooooooooooo! ¡Por favor! ¡Todo menos eso!
-Está bien… No te quitaré el sueldo.
-¡Bieeeeeen!- dijo el científico/caca.
-Sólo te lo rebajaré a 10 Euros…
-¡Vale! ¡Antes me pagabas 5 Euros mensuales!
-¡No, si no he terminado! Te lo rebajaré a 10 Euros…anuales.
-¡¡¡¡Noooooooooooooooooo!!!!- gritó el científico/caca.
AHORA SÍ:
CONTINUARÁ
Marco Domínguez Anaya 1º ESO C