Así como cualquier cuerpo movido velozmente produce un sonido musical, lo mismo ocurre también en los cuerpos celestes: el movimiento de las esferas produce una serie de tonos musicales que forman en su conjunto una octava. En una disposición armónica de los cuerpos celestes: éstos están distanciados de un llamado fuego central según intervalos que corresponden a los de octava. Por este motivo sus movimientos circulares producen una música: la música de las esferas. Los hombres no perciben estos sones, porque los han oído ininterrumpidamente desde su nacimiento, de modo que no se distingue de su contrario, el silencio, puesto que el sonido y el silencio se distinguen por contraste mutuo. A los hombres les sucede, pues, lo mismo que a los herreros, que están tan acostumbrados al ruido que no se dan cuenta de él.
Pitágoras parece haber deducido varias consecuencias de algunas observaciones, en particular de la observación de las relaciones existentes entre la altura de los sonidos y las longitudes de las cuerdas de la lira. Donde los principales intervalos musicales podían expresarse en simples relaciones numéricas entre los cuatro primeros números enteros: Una octava = 2 : 1; una quinta = 3:2 ; y una cuarta = 4:3.
Puesto que los cuatro primeros números enteros contienen el secreto entero de la escala musical, su suma es el número diez o la Década: si se parte de la unidad y se le añaden los números sucesivos hasta cuatro, se forma el número diez. Si por ejemplo, se toma la unidad y se añade el dos, después el tres y luego el cuatro, completan el número diez. De manera que el número por su unidad radica en el número diez, pero en lo referente a su potencialidad en el número cuatro. El número diez lo representaba mediante 10 puntos o alfas dispuesto bajo la forma de un triángulo equilátero:
A este diagrama, que manifiesta a simple vista que 10= 1-2-3-4, le denominaron los pitagóricos la Tetractys de la Década, y por ella juraban en sus juramentos más solemnes. Donde el significado aritmético y el significado geométrico resultan fundidos, puesto que la medida supone siempre una magnitud espacial ordenada. Todo cuanto existe estaría constituido por: un punto, dos puntos que unidos forman una línea, tres puntos que unidos nos dan el espacio y cuatro puntos que unidos conforman el volumen.
Aunque primitivamente la Armonía se aplicaba sólo a la octava o a una escala musical, luego se aplicó a todas las esferas de la realidad. Por ejemplo, al cuerpo humano, y en particular la medicina, que consiste en ayudar a restablecer esta armonía en todas las ocasiones en que haya sido perturbada. Donde la música es una medicina, la Musicoterapia.
Pitágoras nació en Samos, probablemente en el 571-70, fue a Italia en el 532-31 y murió en el 497-46 a. De J.C. Discípulo de Ferécides de Siro y de Anaximandro, viajó por Egipto y por los países de Oriente. De Samos emigró a la Magna Grecia y se domicilió en Crotona, donde fundó una escuela que fue también asociación religiosa y política. No se poseen escritos auténticos de pitagóricos anteriores a Filolao, por lo que es probable que no haya escrito nada ( Aristóteles no conoce ningún escrito suyo). Los escritos de los primeros pitagóricos hasta Filolao se habrían conservado como secreto de la escuela. Por lo que al hablar de Pitágoras es más preciso hablar de la escuela de Pitágoras. Tras la muerte de Pitágoras su escuela se dividió en los llamados acusmáticos o pitagóricos, mantuvo el aspecto místico de sus doctrinas, mientras que la otra, la de los matemáticos se ciñó al campo científico.
Los pitagóricos sostienen que la lucha entre los opuestos se concilia gracias a un principio de armonía; y la armonía, como fundamento y vínculo de los mismos opuestos. Filolao define la armonía como la unidad de lo múltiple y la concordia de lo discordante. Como en todo hay la oposición de los elementos, en todo hay armonía, porque cualquier número es una armonía de lo impar y de lo par:
Anécdota. Hípaso de Metapontio, un pitagórico antiguo fue expulsado de la escuela e incluso ahogado en el mar, por haber revelado a los no iniciados los secretos pitagóricos. Me temo que se pasaron un pelín... ¡no os parece!.
Podéis encontrar referencias de lo anteriormente expuesto en el pensamiento de Filolao y en la Metafísica de Aristóteles.
Gerardo Segurado