jueves, 25 de marzo de 2010

HISTORIA DE UNA GAVIOTA Y DEL GATO QUE LE ENSEÑÓ A VOLAR

Érase una vez una gaviota que se había caído en el mar donde había fuel derramado por un barco. La gaviota intentaba sacar sus alas que estaban llenas de fuel y era muy difícil sacarlas. También había un gato negro y gordo que estaba con un hombre que le echaba de comer.
La gaviota intentó una y otra vez sacar sus alas del fuel hasta que por fin las sacó y dando tumbos se levantó al cielo y voló hasta que ya cansada cayó en la terraza de un piso, donde el gato negro y gordo la vio. La gaviota ya era algo mayor y casi ya ni podía volar.
El gato cada vez se arrimaba más hasta que ya se arrimó a ella y empezaron a hablar. La gaviota tenía ganas de tener un huevo pero ella sabía que cundo lo tuviera se moriría y así paso. Entonces le dijo al gato que si le podía enseñar a volar al polluelo que iba a tener y que lo cuidara como si fuera su hijo.
El gato no sabía de qué hablaba y entonces fue a pedir ayuda a sus amigos los demás gatos.
Cuando llegaron la gaviota ya casi estaba muerta y le rodó un huevo a los pies del gato negro. Entonces cogieron el huevo y le fueron a dar calor pero primero enterraron a su madre. El huevo lo taparon bien y lo dejaron al calor para que naciera el polluelo.
Todos los días lo cuidaban muy bien. El huevo lo trataban con mucho cariño para que no se rompiera ni nada hasta que un día nació el pollito. La primera palabra que dijo fue “mamá” pero el gato negro no le podía decir que no era su mamá.
En casa del gato negro el pollo no podía estar por que el amo del gato lo vería. Así que lo llevaron al bazar donde estaba otro gato que lo llamaban "el sabio" por que sabía mucho.
El pollo iba creciendo y sabiendo muchas cosas, había otros gatos que lo querían comer pero el gato negro se lo impedía.
La gaviota que ya era una gaviota, todavía no sabía volar y el gato le había prometido a su madre que le ensañaría a volar.
Entonces un día fueron los amigos del gato negro con él a un sitio para que aprendiera a volar pero nada, pasaron días y la gaviota no aprendía a volar. Ya estaban todos cansados porque no aprendía, entonces la llevaron a un campanario donde la pusieron a una altura para que volara, le daba mucha pena a los gatos, entonces la gaviota se lanzó y cayó para abajo, los gatos ya se pensaban que se iba a matar cuando de repente subió y la vieron. Se despidieron de ella y no la volvieron a ver nunca más.

FIN

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